Hay para todos los gustos. Hombres jóvenes, más allá de la adolescencia, que todavía se dejan vestir por sus mamás por lo que respecta a sus prendas íntimas. Otros prefieren ver y coger, así que les viene de perlas aprovechar el día de la compra semanal en la gran superficie; los más presumidos compran ellos mismo en el comercio especializado; una buena parte va a los grandes almacenes y se compra el traje, la corbata y los calzoncillos; y otros, más de los que se dice, dejan el tema en manos de su media naranja… / pdf