La pobreza farmacéutica también existe

pan o píldoras
BANCO FARMACÉUTICO 
El proyecto FSM ha costeado ya más de 6.500 tratamientos a personas vulnerables

Según las últimas cifras publicadas por el CIS cerca de un millón y medio de ciudadanos en nuestro país deja de adquirir medicamentos prescritos por el Sistema Nacional de Salud por motivos económicos. En resumen: comer primero y medicarse después, si alcanza para ello. Y a ese 3% de la población no le alcanza: sufren pobreza farmacéutica. Estos datos ponen de manifiesto una sonrojante desigualdad, por tratarse de una necesidad básica, que hay que atajar o, por lo menos, paliar. Será el análisis de las complejas y multifactoriales circunstancias que rodean el fenómeno de la pobreza farmacéutica el que ha de darnos las claves para ir más allá de la imprescindible actuación de urgencia y establecer mecanismos que acaben con una realidad que la oficina de farmacia conoce bien pero que, en palabras del portavoz de Banco Farmacéutico, Jordi Bosch, “el Estado no reconoce”. Y como cuestión central: la prevención. Mónica Daluz / pdf

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