La buena gente. Del charlatán al branding emocional

OPIINIÓN
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Érase una vez…

No, no voy a explicarles un cuento, ni menos aún un cuento chino, pero es que esta historia comienza hace mucho tiempo atrás, en un lugar impreciso de la faz de la Tierra… Todo empezó cuando, por vez primera, un grupo de aquellos rudos antepasados nuestros se apiadaron de una solitaria parturienta acuclillada bajo una intensa lluvia, y portáronla a cubierto para acompañarla y ayudarla. Y, además, en el miramiento de aquel fenómeno les sobrevino un sentimiento desconocido hasta entonces. Se llamaba “emoción”. Mónica Daluz / pdf

Editorial

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En éste nuestro primer número del año hemos optado por huir de la fórmula, digamos, tradicional: el resumen anual. A usted, amigo comerciante, lo que le interesa es saber qué se venderá en 2005, las tendencias tecnológicas que vienen y cómo éstas entonan con el consumidor de hoy. En línea blanca el aspecto práctico sigue primando, mientras los productos de marrón representan la materialización de un estilo de vida. Mónica Daluz / pdf

Multitudes fragmentadas

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Y en el origen -de la sociedad de masas…-, el fabricante creó, el publicista vistió el producto, el comerciante lo prescribió y el consumidor lo acató. Después, el publicista diseñó el producto, el productor lo fabricó, el distribuidor lo sirvió y el consumidor lo recogió. Hoy, el consumidor pide, el publicista vende, el fabricante acata y el minorista… El minorista deberá buscar su lugar y aportar valor a esta cadena que ha invertido su dinámica y ha colocado al consumidor en la cima del mundo. Usted también debe dirigirse, exclusivamente, a él, al individuo que está entrando por la puerta; pero antes tendrá que salir a buscarlo, como hacen todos… Su establecimiento -la venta- es el ultimo paso, el final del camino, la culminación de su estrategia. Mónica Daluz / pdf

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Ha llegado la hora de actuar. Muchos de ustedes ya están en ello… Hablamos del factor entretenimiento, omnipresente y que todo lo puede…
En este número les ofrecemos, entre otros contenidos, el informe anual de la Asociación Nacional de Centros Comerciales. Sí, los centros comerciales. Esos lugares que han devenido seña de identidad de las sociedades ricas de nuestra era. Ellos fueron pioneros en integrar el e-factor; los más prestigiosos analistas aseguran que el entretenimiento trasladado a los locales comerciales constituye el más significativo fenómeno de nuestro tiempo. Mónica Daluz / pdf

En movimiento y ¡a toda máquina! Pero ¿hacia dónde?

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Velocidad, tiempo, espacio y materia; variables de una ecuación sin solución

Hoy todo gira en torno al disfrute del tiempo libre; esa es la aspiración de nuestra sociedad. Sólo eso, una aspiración. Es el argumento en boga, la frase de la década. Pero hay algo en el discurso del ocio que no se sostiene y que más bien parece una reivindicación filosófica que se quedó en el estadio de lo teórico.
La verdad es que vivimos a todo ritmo; los minutos henchidos de actividad se suceden, y sin querer caemos en una autoimposición de quehaceres, por mandato de esta nueva sociedad que llaman del ocio, -los más ilusos-, de la información, -los idealistas-, pero que, en realidad, tiene como finalidad la mejora de la productividad y, como objetivo último, el consumo desbocado, y que ha calado del tal modo en nuestro leve ser que recelamos del “tiempo muerto”, y desertamos de él planeando más y más proyectos, más y más diligencias, aterrados ante la idea de que un segundo de nuestro tiempo pueda ser gastado en balde. Ya lo dijo Einstein: a más velocidad, el tiempo transcurre más despacio. Mónica Daluz / pdf

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Y como los gobiernos parece que no se atreven a mover un dedo, vamos a tener que ser los ciudadanos de a pie quienes busquemos el modo de escapar de la dinámica de empobrecimiento en la que estamos a punto de entrar. Porque pobre es la sociedad que deja morir la actividad creativa y muy pocos son los que crean a cambio de nada ¿Cómo conjugar el derecho a democratizar el disfrute de, pongamos, la música o la tecnología, con los derechos de propiedad de la obra? Y aunque eso es casi tan absurdo como cuestionar la propiedad privada, el caso es que el consumidor está en su derecho de comprar sus DVDs piratas y el comerciante de electrónica de consumo lo está de comprar al mejor postor, venga de donde venga. Más claro el agua. Mónica Daluz / pdf

Todo late ¿Más materia viva?

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Necesité confirmar un dato para un artículo. Una cifra de nada.  Seguramente hubiera quedado camuflada entre las palabras pero yo quería la cifra exacta. Se trataba de un dato demasiado rebuscado pero lo precisaba para apoyar mi extravagante teoría a tan solo 24 horas de entrada en rotativa. Utilizo la Red para casi todo y, sin embargo, el dichoso dato no circulaba on line. El teléfono tampoco fue muy útil: mi fuente es un personaje televisivo, y siempre estaba “en plató”. Desistí de tratar de aprovechar la ocasión para charlar en persona con el susodicho, así que tiré por la vía directa. Le puse un e-mail. Mónica Daluz / pdf

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¿Se han fijado en cuál es el elemento cuya pérdida más pesar causa cuando a alguien se le acaba de, por ejemplo, hundir su casa? Usted mismo, ¿cuál de todos sus enseres rescataría de una catástrofe doméstica? Sin duda aquello que no se puede volver a reproducir. Y si algo hay irreproducible en esta gran fábrica de sueños en la que hemos convertido nuestro pequeño y rico trozo de planeta, son las vivencias personales y los sentimientos que las acompañaron. Mónica Daluz / pdf

Universo multimedia ¿El valor de lo etéreo? «Estoy pensando en ti»

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Al principio creí que había un problema con el servicio o que tal vez fuera cosa del aparato. Llegué a contar hasta cinco veces seguidas la, digamos, peculiar sintonía del teléfono móvil de mi hija de doce años. Pero no había manera; el tono se cortaba. Ella tocaba algunas teclas y, otra vez: tono, y llamada que se corta. Así hasta cinco. Resultó que lo hacían a propósito: –Nos hacemos “perdidas”–, dijo la niña con una sonrisa guasona ante mi expresión de perplejidad. Me costó algunos minutos entender la razón o la utilidad de aquel comportamiento; pero claro, el modo, aparentemente inútil, en el que las nuevas generaciones usan también la tecnología, va más allá del intercambio de información. Con las tecnologías de la movilidad, que nos regalan el control sobre el tiempo y el espacio, los chavales experimentan la sensación de estar permanentemente compartiendo su vida. Y eso les gusta. Mónica Daluz / pdf

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En este número les ofrecemos un informe especial dedicado a la distribución. Lo hemos titulado “Su turno”, y es que ustedes son, precisamente, actores y promotores fundamentales de la marcha, no sólo del sector, sino de la economía nacional. Todos vivimos pendientes de la macroeconomía, con grandes cifras tan difíciles de pronunciar como de imaginar, sin embargo, son muchos los pequeños fenómenos que inciden y determinan las magnitudes “de portada”. Mónica Daluz / pdf

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